¿CÓMO DEFINIR EL TEMA EN UNA INVESTIGACION CUALITATIVA? (I)
Iniciar cualquier investigación, ya sea en la perspectiva
metodológica cuantitativa como cualitativa, supone plantearse muchos
interrogantes: ¿sobre qué voy a investigar?, ¿qué tema elegiré?, ¿qué tanto se
habrá investigado sobre el tema?, ¿qué método emplearé?, ¿qué puedo aportar con
mi investigación?, ¿a quién o quiénes puedo abordar con la investigación?, y
finalmente, ¿cuál es mi objeto de estudio?
En la
elección del tema de investigación intervienen preferencias, intereses y
preocupaciones, además del previo conocimiento y experiencia que el
investigador ha adquirido durante su formación, como también es posible que
emerja del ámbito social y cultural donde el investigador se desenvuelve.
Asimismo, en los contextos académicos se aprecia que los asuntos escogidos se
vinculan a modas o problemas llamados de actualidad, más que a un interés
propio.
Es posible
que la temática se oriente a responder líneas o áreas de investigación establecidas
institucionalmente y vinculadas a los programas académicos incursos. A veces,
es el propio tutor o asesor quien recomienda al investigador-tutorado el tema a
desarrollar, en tanto responde a un eje temático donde el primero desarrolla su
experticia científica. No obstante, cualquiera sea el caso, la atracción que se
muestre hacia el tema ha de responder a una demanda de carácter interno
intensa, desde la cual el investigador procura otorgar un contexto temático
disciplinar que procurará alimentar por varias fuentes.
Un tema de
investigación refiere una noción del conocimiento, y se vincula con la
disciplina o campo del saber donde esté enmarcado el estudio. El campo del
saber deviene por ejemplo de las Ciencias de la Educación, la Comunicación
Social, la Antropología, la Psicología, entre otras, de las que surgen áreas
temáticas.
Las áreas
temáticas suelen estar vinculadas con las líneas o programas de investigación
de la instancia académica donde se adscribe el proceso de investigación. De
modo que las áreas temáticas, en alguno de los casos bien, pudiera suponer un
tratamiento o articulación transdisciplinaria de la temática, por ejemplo:
estilos comunicacionales en los procesos educativos; comunicación, periodismo y
medios; conductas y comportamientos de los gerentes educativos, entre otros.
Finalmente, el tema de investigación se vincula
con un aspecto de la realidad social cotidiana que represente una inquietud, o
vacío de conocimiento en un contexto específico del que se genera (desde la
perspectiva cualitativa) una intención de acercamiento indagatorio para
explorar, observar, conocer, describir, interpretar o transformar.
Los temas
de investigación pueden ser muy variados y estar enfocados al tratamiento de
aspectos más específicos, por ejemplo: Procesos comunicacionales en las
asambleas comunales del Municipio Irribarren; Valores y creencias de los
tesistas al aprender investigación cualitativa; Identidad del trabajo en equipo
en las universidades privadas del Edo Lara.
La elección del tema de investigación
apenas constituye un asomo de la profundidad del emprendimiento investigativo
que se espera iniciar. De hecho, Zemelman (2005)
indica que “Los temas pueden ser solo enunciados que creemos claros porque son
un recorte empírico de lo observable, pero en realidad solamente son un aspecto
que asoma a la observación y, por lo tanto, ocultan la mayor parte de lo que
son como problema” (p.72). Representan apenas la punta del iceberg. De allí que será necesario clarificar el objeto de estudio
que se perfila en el tema de investigación.
El fenómeno de interés es el objeto de
estudio, es lo que queremos saber; la forma de construir su representación es
el proceso investigativo, con toda su complejidad empírica, metodológica,
teórica y epistemológica. Siendo así, el objeto de estudio refiere lo que se
desea conocer, “es el recorte de la realidad
que quiero aprehender de una forma científica” (Henríquez y Barriga, 2003).
La constitución el interés temático que
conforma el objeto de estudio se va configurando durante el proceso mismo de
investigación, tal y como refiere Meyer Rodríguez (2010) “mientras el fenómeno
de interés es el objeto de estudio y lo que se quiere saber, la forma de
construir su representación es el proceso de investigación en sí mismo, con
toda la complejidad empírica, metodológica, teórica y epistemológica que esto
implica”(p.5). Entonces, se requiere resaltar el objeto de estudio, desde su
dimensión temática, pero también desde su contextualización como hecho único,
rescatado en la cotidianidad, historia, cultura y comunicabilidad de los
sujetos que lo conforman, pues estas son las “miradas” epistemológicas que el
investigador ha de precisar al emprender una indagación en la perspectiva
metodológica cualitativa.
En palabras de Bourdieu (2000), el
contexto está referido al espacio donde se produce el intercambio, las
apropiaciones y se determinan las visiones y lecturas del mundo, que median las
variadas expresiones de identidad de los sujetos y, por tanto, sus percepciones
y vivencias, las cuales están referidas a la vida cotidiana. De allí que
Cifuentes Gil (2011) recomienda contextualizar mediante la descripción del
lugar en que se desarrolla la investigación, su incidencia en el tema a indagar
y en las personas que participan, lo cual implica describir y analizar las
condiciones, posibilidades y limitaciones de la acción y del proceso de
conocimiento específico que se aborda.
Ello
significa que el investigador que identifica un interés por un tema de
investigación ha de lograr un acercamiento a un contexto social específico a
los fines de apreciar de manera preliminar
los saberes y acciones sociales que permitan en primera instancia relacionar aspectos como el escenario de
estudio, los acontecimientos y prácticas relacionadas, las particularidades de
las personas y sus relaciones, los procesos culturales, que al fin y al cabo
dan una visión de la totalidad social en una dimensión histórica e ideográfica
del tema investigable; lo cual se da en
una relación más bien constitutiva
que se hace visible en los vínculos y circunstancias sociales, culturales e
históricas en las que se produce el fenómeno de estudio.
En esta tarea, el investigador puede
hacer uso de técnicas que le permitan recoger información preliminar para la
fase de escritura del informe de investigación, como es el caso del vagabundeo,
observaciones no participativas y participativas, la autobiografía, discursos
oficiales, revisiones documentales, fotografías, entrevistas abiertas y
anotaciones en un diario de campo. Tales técnicas serán explicadas con detalle
en capítulos posteriores.
Avanzar de la constitución del objeto
de estudio al objeto de investigación implica, según Ugas (2016), establecer
las relaciones mediante la descripción de aquellos conceptos que dan cuenta del
entendimiento de lo que se desea investigar. Un objeto de investigación es
definido y construido en función de una problemática teórica, que implica a su
vez aproximaciones metodológicas constantes, y tratar a los hechos no de manera
aislada, sino en función de relaciones establecidas entre ellos; por ejemplo,
hacer surgir propiedades ocultas que no se revelan sino en el enlace de cada
una de las realizaciones con todas las otras (Domínguez Gutiérrez, 2007).
Referencias:
Bourdieu, P. (2000) Cuestiones
de Sociología. Madrid. Ediciones Istmo
Cifuentes Gil , R. (2011) Diseño
de proyectos de investigacion cualitativa. Colombia. Noveduc
Domínguez Gutiérrez, S. (2007) El objeto de estudio en la investigación. Diversas
aproximaciones. Revista de Educación y Desarrollo, 7.
Octubre-diciembre. Recuperado: http://www.cucs.udg.mx/revistas/edu_desarrollo/anteriores/7/007_Dominguez.pdf
Henríquez,
G. y Barriga, O( 2003).La presentación del objeto de estudio.Reflexiones desde
la práctica docente. Cinta de Moebio. 17. https://www.moebio.uchile.cl/17/barriga.html
Meyer
Rodríguez, J. (2010) El objeto de estudio como sustento esencial de la
investigación en Comunicación.
Pangea: Revista de la Red Académica Iberoamericana de Comunicación, Año
1 (5) Recuperado: https://revistaraic.wordpress.com/2010/12/05/01-01-106/
Torres, A. y Jiménez, A. (2004). La construcción del objeto y los referentes
teóricos en la investigación social. En: Torres, A. y Jiménez, A. La práctica investigativa en Ciencias
Sociales. Santafé de Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional.
Ugas,F.G.. (2016) la Epistemología en la Tesis de
grado. San Cristóbal, Venezuela. Litoformas
Zemelman,H. (2005) La voluntad de conocer. Barcelona,
España. Editorial Antrophos
Texto extraído de:
Piñero,M.L.; Rivera, M.E. & Esteban,E.(2020) La coherencia en los paradigmas que
sustentan la perspectiva metodológica cualitativa (Cap. II). El
proceder del investigador cualitativo. Precisiones Para el proceso de
Investigación. 2da edición. Lima-Barquisimeto, coedición UNHEVAL-UPEL-IPB. https://doi.org/10.46498/upelipb.lib.0001 DISPONIBLE EN AMAZON EN FORMATO TABLA BLANDA
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